En una noche épica para el fútbol guatemalteco, Xelajú Mario Camposeco se coronó campeón del Torneo Apertura 2024 al conquistar su séptima luna, tras remontar una desventaja de dos goles ante Cobán Imperial, en un partido que quedará grabado en la memoria de los aficionados chivos.
El encuentro, disputado en el estadio Mario Camposeco, fue dominado de principio a fin por los “Superchivos”, quienes impusieron su ritmo de juego desde el primer minuto. Sin embargo, la férrea defensa de Cobán Imperial complicó los intentos de Xelajú, que lució impreciso al llegar a los tres cuartos de cancha.
El partido parecía destinado a ser una noche amarga para los locales, pero todo cambió al minuto 93, cuando Xelajú logró empatar la serie con un gol agónico de Kevin Ruiz que desató la euforia en las gradas.
Ese tanto, no solo equilibró el marcador global, sino que marcó un punto de inflexión en el duelo. Durante la celebración, el técnico Amarini Villatoro ingresó al campo para festejar, lo que derivó en un altercado con el jugador cobanero Óscar Mejía, quien reaccionó dándole un cabezazo.
El árbitro Mario Escobar no dudó en expulsar a ambos, dejando a Cobán Imperial con 10 hombres para enfrentar los tiempos suplementarios.
Con un jugador menos, el desgaste físico terminó pasando factura a Cobán. Fue entonces cuando Harim Quezada, con un impecable cabezazo, selló el 3-0 definitivo al 106’, que le otorgó a Xelajú su séptimo título de Liga Nacional, colocándose a solo un campeonato de igualar al histórico Aurora FC, que cuenta con ocho coronas.
Este triunfo también marcó un logro personal para Amarini Villatoro, quien se convirtió en el técnico nacional más ganador en la historia del fútbol guatemalteco, sumando cuatro campeonatos a su palmarés.
Por su parte, Cobán Imperial dejó todo en el campo, pero la inferioridad numérica y el agotamiento fueron insuperables. Los “Príncipes Azules” terminaron el partido con la frente en alto, demostrando valentía hasta el último minuto, pero la noche pertenecía a los “Superchivos”.
Xelajú Mario Camposeco celebró una vez más con su afición, reafirmando su lugar en la élite del fútbol nacional y escribiendo una nueva página dorada en su historia.