El Atlético de Madrid vio interrumpida su impresionante racha de quince victorias consecutivas tras caer 1-0 frente al Leganés en el estadio de Butarque, en un partido que destacó tanto por la solidez defensiva del conjunto local como por la falta de acierto de los rojiblancos. Este inesperado revés, además de romper un récord histórico, amenaza con costarle al equipo de Simeone el liderato de LaLiga.
El primer tiempo fue un monólogo del Atlético, que dominó el balón y generó múltiples oportunidades claras de gol. Sin embargo, la falta de puntería, sumada a la destacada actuación del portero del Leganés, frustró cualquier intento de adelantarse en el marcador. Incluso los postes se convirtieron en aliados del equipo pepinero, negando en varias ocasiones lo que parecía un gol cantado.
El golpe para los de Simeone llegó al inicio de la segunda mitad, cuando Matija Nastasic, tras un córner perfectamente ejecutado, remató de cabeza para batir a Jan Oblak. Ese tanto, celebrado con euforia por los aficionados locales, marcó el rumbo del partido, dejando al Atlético contrariado y al Leganés crecido.
Aunque los rojiblancos no bajaron los brazos y buscaron desesperadamente el empate, su esfuerzo no fue suficiente. La oportunidad más clara llegó en el minuto 90, cuando Antoine Griezmann tuvo la posibilidad de igualar el marcador desde el punto de penalti. Sin embargo, en un giro dramático, el francés erró su disparo, enviándolo fuera, para incredulidad de los seguidores atléticos.
La derrota deja al Atlético en una posición delicada, ya que podría perder el liderato de LaLiga si el Real Madrid logra sumar puntos en su próximo partido contra Las Palmas. Por otro lado, el Leganés celebra una victoria histórica, consolidándose como uno de los equipos más incómodos para los gigantes del fútbol español.
Esta caída no solo rompe la inercia positiva del Atlético, sino que plantea interrogantes sobre su capacidad para mantener la consistencia en momentos clave de la temporada. Para el Leganés, por el contrario, el triunfo representa un gran impulso en su lucha por evitar el descenso y un momento inolvidable para su afición.