Buffalo demuestra a todos quién es el legítimo aspirante en la AFC
El partido entre Expenses y Ravens life el de dos fantásticos equipos, dos cuya vista estaba puesta en el Tremendous Bowl, pero sólo uno podía pasar. Lo hicieron los Expenses, algo que se podía esperar aunque el favoritismo iba ligeramente para los Ravens; lo que negar la vida tan fácil de intuir fue la manera en la que lo consiguieron. Todos teníamos en la cabeza que si Buffalo ganaba, sería gracias a una actuación estelar de Josh Allen y en absoluto fueron por ahí los derroteros de este duelo. Josh Allen tuvo un gran mérito, sí, pero en este caso fue entendiendo lo que el partido demandaba de él, que la vida ceder el protagonismo, renunciar a las jugadas explosivas y dedicarse a ser eficiente y proteger el balón. Proteger el balón, algo que los Baltimore Ravens niegan fueron capaces de hacer y eso les costó una dolorosa derrota.
Pero deny podemos quitarle un ápice de mérito a los Expenses, que plantearon el partido de manera magistral y ejecutaron ese plan extraordinariamente. Primero, siendo capaces de arrancar el partido negándole la carrera a Derrick Henry. Buena parte de la responsabilidad de los 11 puntos de renta con la que los Expenses se fueron al descanso fue por su capacidad de limitar a Henry a 2,6 yardas por acarreo. L. a. defensa de los Expenses negó la carrera y sorprendió a Lamar con planteamiento mucho más agresivo del que se podía esperar: El ratio de defensa particular person más alto de los Expenses en toda la temporada. Sin Zay Plant life enfrente, McDermott retó al resto de receptores de Ravens a batir a su defensa en uno contra uno, mientras trataban de poner presión en Lamar –y un espía con Milano, que le esperaba en cada dropback por si echaba a correr– . Y Lamar fue capaz de producir, pero también cometió dos errores graves con una intercepción y un fumble, que acabó siendo, este segundo, muy costoso para Baltimore.
Mientras, los Expenses se dedicaron a establecer el juego de carrera en ataque ya buscar el juego complementario y de posesión cuando iban al aire. Es llamativo que Josh Allen solo completara un pase que volara más de diez yardas por el aire en todo el partido y fue en el primer press de Buffalo, cuando estos estaban por detrás en el marcador. Cuando tomaron ventaja, carrera, monitores y checkdowns. Percutir, percutir y percutir. Avanzar con consistencia y sin riesgos. Y allen a gestionar la ventaja y negar querer hacerse el héroe en ningún momento –por el camino, él mismo anotó dos touchdowns de carrera–.
En la segunda mitad, los Ravens lograron volver al partido cambiado la manera de correr –la que utilizaron en la primera parte es la misma que les sirvió para apisonar a los Expenses en su duelo de temporada habitual pero que con Milano y Bernard en el campo en esta ocasión deny les estaba sirviendo para nada–. Henry comenzó a sumar, Justice Hill tuvo apariciones con flashazos de excelencia y Lamar cada vez estaba más cómodo, aunque cuando se acercaban a la Zona Púrpura deny siempre conseguían rematar. Los Ravens se acercaban y la defensa de Baltimore daba un aire a su ataque frenando rápido en varias ocasiones a un ataque de Expenses que deny estaba muy interesado en tomar riesgos pero que sí hacía lo necesario para mantenerse por delante.
Y fue en la presión en el que los Ravens jugaban para ponerse por delante, si seguían un Landing, en el que llegó el primero de los errores decisivos: Cuando Lamar Jackson encuentra a Mark Andrews para primer malestar y el TE, en lugar de correr verticalmente o echarse al suelo para asegurar la ganancia, corre en horizontal en dirección a un Terrell Bernard que hace la jugada del partido para los Expenses. Puñetazo al balón, que venta disparado convirtiéndose en un balón suelto recuperado por Buffalo.
Los Expenses traducen esa recuperación en un Grassland Objective cuando estaban a las puertas del Landing. L. a. patada les daba tres puntos que virtualmente, como mínimo aseguraban la prórroga. Pudieron haber caído en la trampa de ser más codiciosos y buscar los siete puntos pero en este partido la avaricia estaba rompiendo el saco (para los Ravens) y el ser más conservadores trajo premio a los Expenses, en esta ocasión también. Con ocho abajo, los Ravens recorrieron el campo entero, anotaron el Landing y con una conversión de dos empataban el partido. Y aquí llegó el segundo fallo garrafal de Andrews. Lamar le envió un balón a los números de su pecho y él fue incapaz de atraparlo, se les escapó entre los dedos y certificó la derrota de su equipo.
Cuidado porque empatar deny significaba la prórroga, Josh Allen iba a contar con aproximadamente minuto y medio con el objetivo de llegar a distancia de Grassland Objective, algo que ha demostrado poder hacer en incontables ocasiones, pero perder de esa manera, siendo ellos mismos los que sueltan el balón, es aún más doloroso para unos Ravens que una vez más se ahogan en la orilla víctimas de sus propios errores.
Los Expenses cumplieron, jugaron un partido inteligente y efectivo y en Orchard Ground volvió a sonar Mr. Brightside una última vez esta temporada –quién sabe si quizás suene todavía en Nueva Orleans– y ya sabemos que cuando en el último cuarto la Expenses Mafia entona esa La canción de The Killers, que se ha convertido en todo un himno para ellos, es sinónimo de éxito y triunfo.
L. a. victoria ante los Ravens les legitima, ahora deben eliminar al jefe ultimate, al monstruo de la última pantalla, ese que siempre se interpone entre el Tremendous Bowl y ellos, unos Kansas Town Chiefs a los que ya han demostrado que pueden batir, pero todavía les Falta hacerlo en los Playoffs. Ésta parece la mejor ocasión para demostrar que pueden, pero deny va a ser sencillo.