MANCHESTER, Inglaterra – El sábado, hubo un aire de emoción en el Estadio Etihad cuando los aficionados del Manchester City se dieron cuenta de que Jack Grealish era quien tomaría el penalti en el minuto 49 del partido de la FA Cup contra el Salford City.
Tras 392 días sin marcar un gol, la anticipación y los nervios eran evidentes en las gradas mientras colocaba el balón en el punto de penalti, y se hizo un silencio en los gritos de ánimo cuando inició su carrera. Cuando el balón finalmente perforó la red —uno de los ocho goles anotados por el City en el día— fue recibido con el mayor aplauso de la tarde. Grealish lanzó un beso a la multitud antes de bromear con el delantero Erling Haaland, el habitual encargado de los penaltis, mientras el internacional noruego permanecía en el banquillo. A pesar de estar fuera de forma y del equipo titular, Grealish sigue siendo uno de los jugadores más queridos del City.
La mayoría de los carteles hechos a mano que se distribuían por el estadio el sábado por la noche pedían la camiseta de Grealish. Dos jóvenes aficionados detrás del banquillo llevaban cintas en la cabeza con el cabello peinado al estilo del delantero inglés. Después de un gol y dos asistencias contra Salford, Grealish se retiró del campo tras la victoria por 8-0 con una sonrisa, pero no siempre ha sido así en los últimos 18 meses. Una pieza clave del equipo de Pep Guardiola que ganó el triplete en 2023, ha ido cayendo gradualmente en el orden jerárquico del equipo.
El ex capitán del Aston Villa permaneció en el banquillo cuando el City regresó a la acción en la Premier League el martes y tuvo que observar cómo los campeones defensores desperdiciaban otra ventaja, esta vez empatando 2-2 con el Brentford tras haber estado 2-0 arriba.
Era una situación familiar para el volátil atacante. Tras la victoria 4-1 sobre el West Ham United a principios de enero, Guardiola explicó en detalle por qué Savinho, el extremo brasileño de 20 años en su primera temporada en la liga, está actualmente por delante de Grealish en su consideración. Guardiola no ha ocultado que se avecina una renovación de la plantilla, posiblemente tan pronto como en verano. Y si Grealish, aún uno de los futbolistas británicos más caros de la historia con £100 millones, no se ha restablecido como titular habitual al final de la temporada, surgirán inevitablemente preguntas sobre su futuro.
¿Permanecerá en el Etihad y trabajará para obtener una extensión de su contrato, que expira en 2027? ¿O, con dos años restantes en su acuerdo, será el momento para que el City sopese el interés y lo deje salir por una oferta adecuada?
El hecho de que Grealish estuviera en el campo contra Salford da una idea de su estatus dentro del equipo de Guardiola. Haaland, Kevin De Bruyne, Bernardo Silva, Josko Gvardiol, Rico Lewis, Phil Foden, Manuel Akanji y Mateo Kovacic estaban cuidadosamente reservados en el banquillo pensando en la segunda mitad de la temporada.
En su lugar, fueron jugadores de rol como Matheus Nunes, James McAtee, Nico O’Reilly, Divin Mubama y Jahmai Simpson-Pusey quienes se encargaron de liquidar al equipo de la League Two. Por ahora, Grealish, con solo seis titularidades en liga en toda la temporada, forma parte de ese grupo.
No se suponía que las cosas fueran así.
Excluido de la selección de Inglaterra para la Euro 2024, Grealish utilizó las instalaciones de entrenamiento de la Juventus durante su descanso veraniego para adelantarse antes de la nueva temporada. Fue uno de los pocos jugadores veteranos que participaron en la gira de pretemporada por los EE.UU. y parecía una oportunidad para que el jugador de 29 años recuperara un lugar regular.
Pero después de sufrir una lesión en el entrenamiento antes de la Community Shield, no estuvo en condiciones de comenzar un partido hasta finales de agosto. Casi cinco meses después, su temporada aún no ha despegado.
«Quiero lo mejor para mis jugadores, para todos ellos», dijo Guardiola cuando se le preguntó sobre Grealish tras la gran victoria sobre Salford. «Quiero que se desempeñen bien. Lo quiero. Pero al final deben rendir.
«Pero no es solo él, no es solo Jack. Le vi en el año del triplete y era un jugador clave para nosotros, pero después de eso hay dos opciones: pensar que eres tú o pensar en qué puedes mejorar. No solo Jack, todos. Conozco su mejor forma, todos los jugadores que tenemos aquí. Conozco su mejor nivel porque nos ayudaron a ganar lo que ganamos».
Guardiola nunca ha dicho explícitamente que Grealish perdió el enfoque después del año del triplete, pero ha habido alusiones. Elegido para iniciar contra el F.C. København en la UEFA Champions League en febrero después de cinco partidos en el banco, Guardiola dijo que tomó la decisión de reincorporarlo «porque en los últimos días su actitud y sus sesiones de entrenamiento habían mejorado mucho».
Las lesiones y el sistema ultraestructurado de Guardiola no han ayudado, pero la preocupación para Grealish es que su entrenador ha estado diciendo lo mismo durante casi un año.
«Debe competir consigo mismo», dijo Guardiola tras la victoria sobre el West Ham cuando Grealish apenas tuvo seis minutos en el campo. «Savinho está en mejor forma y todo eso que Jack. Quiero al Jack que ganó el triplete. Tienes que demostrarlo. Y cada día, y cada semana y cada mes».
Todavía hay tiempo para que Grealish revierta la situación.
En la temporada del triplete que Guardiola considera su referencia, Grealish no se convirtió en titular seguro hasta finales de enero. Entre principios de febrero de 2023 y la final de la Champions League en Estambul, Grealish solo estuvo ausente en siete de los 29 partidos del City y la mayoría de ellos fue porque estaba siendo reservado para compromisos más importantes. Después de un comienzo perjudicial para esta temporada, solo Haaland puede estar seguro de su puesto.
Guardiola ha dicho que espera que el primer gol de Grealish en el club desde diciembre de 2023 pueda «ayudarlo», pero el mensaje ha sido siempre que primero debe ayudarse a sí mismo.
Si su penalti contra Salford puede desencadenar algo en Grealish que le permita redescubrir la forma que mostró hace dos años, su lugar en la reconstrucción del City no estará en duda. Pero si Guardiola sigue repitiendo las mismas críticas hacia el final de la campaña, su futuro en el Etihad estará en peligro.
