El FC Barcelona conquistó su decimoquinta Supercopa de España tras derrotar al Real Madrid con un contundente 2-5 en la final celebrada en Yeda. Los blaugranas, liderados por un inspirado Lamine Yamal y un efectivo Raphinha, ofrecieron una exhibición futbolística que dejó sin respuesta al equipo blanco, marcando el primer título de la era Hansi Flick.
El duelo comenzó con una rápida ventaja para el Real Madrid gracias a un gol de Kylian Mbappé en el minuto 4, pero la reacción culé no tardó en llegar. Lamine Yamal empató el encuentro con una gran definición al minuto 22, dando inicio a un vendaval ofensivo. Poco después, Robert Lewandowski convirtió un penalti para poner al Barça por delante, y antes del descanso, Raphinha y Alejandro Balde ampliaron la ventaja con goles que dejaron el marcador 1-4 al final del primer tiempo.
Una segunda parte de control blaugrana
Tras el descanso, el Barcelona mantuvo el control absoluto del partido. Raphinha volvió a aparecer al inicio del segundo tiempo para firmar su doblete y consolidar la goleada. Aunque Rodrygo Goes descontó para los blancos con un gol de falta directa, el equipo de Carlo Ancelotti nunca encontró la claridad ni el ímpetu necesario para revertir la situación.
El encuentro también estuvo marcado por la expulsión del portero Wojciech Szczesny, quien vio la roja directa tras una entrada fuera del área sobre Kylian Mbappé. Sin embargo, esta situación no alteró el plan del Barça, que ajustó su táctica defensiva con dos líneas de cuatro para neutralizar cualquier intento de reacción del Real Madrid.
Un triunfo con sabor a renovación
Este título no solo consolida al Barcelona como el equipo más laureado en la historia de la Supercopa de España, sino que también marca un punto de inflexión en el proyecto dirigido por Hansi Flick. La actuación de jóvenes talentos como Lamine Yamal, quien deslumbró con su capacidad de desequilibrio, y la solidez de veteranos como Lewandowski, refleja un equipo en pleno proceso de reconstrucción y con grandes aspiraciones para la temporada.
Por su parte, el Real Madrid deberá analizar a fondo esta derrota, que evidenció problemas en la generación de juego y una falta de hambre competitiva que fue crucial en el desenlace del partido. Carlo Ancelotti y sus dirigidos tendrán que ajustar su estrategia si quieren mantenerse como contendientes en LaLiga y otras competiciones.
El mensaje del Barça
Con esta victoria, el Barcelona envía un mensaje claro: está de vuelta y dispuesto a competir al más alto nivel. Ahora, los culés centran su atención en LaLiga, donde lucharán por alcanzar al Atlético de Madrid, líder de la clasificación tras una primera vuelta impecable. El primer título de la temporada refuerza la moral de un equipo que parece haber recuperado su esencia ganadora.